¿Por qué me has hecho esto?
Madonna.
Mi cama se quedó fría cuando te marchaste. O quizá fue la tuya la que se despertó sola y sin mí. Sin mi sudor en tu brazo bajo mi pelo, sin mi mal humor por tener que preparar el desayuno a las siete y media, sin tu camiseta en mi cuerpo, sin el sabor de tu tabaco en mi boca, sin mi pintalabios en la comisura de tus labios, sin tus dedos enredados en mi piel...
Al final te fuiste. Cerraste la maleta, guardaste cada segundo que habíamos compartido y saliste. Saliste hacia ese autobús, ese que nos separaría por meses -quizá años, quién sabe-, sonreíste antes de girarte y después nada.
Ese nada que siento es tan profundo que
me quema. Es un nada sin letras, sin sudor, sin mal
humor, sin desayuno y sin tus dedos y mi piel. Es un nada vacío.
Vacío porque ya no estás. Ni siquiera estoy yo donde solía estar: en ese lado de la cama, frente a ti en aquella sala, en esa mesa de
traducción, en el marco de la puerta donde fumabas, en la silla del bar con luces de Navidad, bajo el tejado de aquella calle del Barrio Rojo... Ya no queda nada de lo que fuimos.
Me has dado mucho en poco tiempo. Me
has dado parte de lo que soy ahora. Me has dado algo a lo que
aferrarme cuando todo se hundía a mi alrededor. Me has construido y
deconstruído. Me has dado mareas y tempestades.
Pero ya nada de eso importa.
Porque ya no estás.
Ni siquiera estoy yo.
¿Por qué me has hecho esto?
Madonna.
Madonna.
Madonna.
Madonna.
-¿Te acuerdas?
Fue perfecto leerlo con esa canción de fondo...me gustó mucho y me hizo sentir lo que leía. ¿Es de tu autoría? ¿O de Madonna?
ResponderEliminarGuau, me he quedado sin palabras. Es realmente bonito e intenso. Especialmente el principio y el final. Me encantaría poder escribir algo así. Espero poder serguir leyendo más.
ResponderEliminar¡Un beso!