Había olvidado lo que era no levantarse al otro lado de la cama

¿Qué es un mes? 

¿Es acaso olvido, caer entre lodo, humo y tierra, perderse y desaparecer? ¿Es acaso dejar de verte, de echarte de menos, de huir? ¿Es tanto tiempo que acaso volveré a verte y serás el recuerdo de un fin de semana árido, desolador y rompedor? ¿Acaso no volveré a irme sintiendo cómo me come por dentro lo que siento?
Si el olvido es más fácil, si no dolemos, si no duele, entonces quiero olvidar.
Quiero olvidar cómo me miras cuando te dejo sin habla, cómo haces un ademán de cogerme de la mano y huyo, cómo consigo vencerme, cogerte de la mano y hablar de cualquier cosa que antes estaba prohibida, cómo rehusó de ti y estallas en colores y cómo me besaste antes de irme.
Pero no quiero que esto se pierda, aunque duele y queme, aunque arda y me atraviese, aunque ya no te eche de menos, aunque cada día que pase me acuerde menos de ti y de mí, aunque veamos a otrxs, aunque no sintamos nada y nos dejemos llevar obviando que existimos, aunque me destruya y deconstruya, aunque pierda todo lo que un día fui, aunque me dé vértigo.  Miedo. Aunque no sepa expresar nada de esto cuando estés delante, aunque esos días queden reducidos a polvo, aunque se hunda en la Caleta. 

No quiero que esto se pierda porque hacía mucho tiempo que no me sentía tan viva.