Para siempre

La música bañaba la habitación mientras la luz de la luna se adentraba por la ventana e iluminaba sus rostros. Un dulce vals acompañaba su amor, bailaban como si aquella noche no tuvieran fin. Se dejaban llevar por lo que sus corazones pedían a gritos.

La princesa vestía un chal plateado y un vestido de seda verde esmeralda. El príncipe sujetaba su mano con fuerza y la hacía deslizarse de forma bella.

Los labios de él se acercaron a los de ella y cuando iban a besarse la música cesó. La luz de la luna desapareció junto al ostentoso salón imaginado, el vestido de ella y el título de él.

Todo quedó reducido a una pareja que bailaba al compás de sus respiraciones en un humilde piso de Brooklyn.

Entonces un golpe echó abajo la puerta y un grupo de atracadores se adentró en la habitación.

-Se lo han llevado todo -balbuceó él al marcharse los ladrones con lo poco valioso que poseían.

-No se lo han llevado todo, eso creen ellos. Pero en realidad no se han llevado nada, lo único de valor que había en esta habitación sigue aquí.

-¿Qué es? -Preguntó él extrañado.

-Esto -le contestó ella tocando su corazón- no se han llevado nuestro amor. Nuestro amor es para siempre.

Y así, volvieron a bailar el dulce vals al compás de sus respiraciones.

¿Es para siempre?

Te querré siempre, nuestros recuerdos estarán vivos en algún lugar siempre, mi corazón será tuyo siempre, haré que esto funcione siempre...

Quizás nada sea para siempre, y, siempre acabe muriendo, qué ironía, ¿no?

Grita. Llora. Golpea la almohada. Aprieta los puños, los dientes. Frota tus ojos en busca de más lágrimas. Arranca la voz desde tus pulmones. Desgárrate el alma en busca de lo que quieres. Tantea la oscuridad. Pregúntale al silencio. Contempla la arena caer. Ama a alguien. Deja de amarle.

¿Tus sentimientos son para siempre?

No importa si algo es para siempre o si el para siempre no existe. No importa que al morir el para siempre quede eterno en nuestros corazones o muera con nosotros. Lo que importa es que si prometes que algo será para siempre, debes cumplirlo. No prometas en vano. 

-Yo prometo amarte siempre, y si el siempre no existe, prometo amarte hasta el infinito.