El amor se transforma

-Ella era guapa, simpática y amable, él a su vez era poco hablador y tímido. Pero lo que los unía era su parecida forma de pensar, el uno era el otro, encajaban como las piezas de un reloj.
-¿Y qué pasó entonces?
-Que mucha gente presionó al príncipe y éste acabó por rendirse, abandonando a la princesa. Dejándola triste, sola y apagada.

¿Acaso tú no estás cansada de príncipes cobardes? De esos que desaparecen de la noche a la mañana, de los que derrochan "te quieros" como si no tuvieran peso o significado alguno, de los que la indecisión se alimenta, a los que el ambiente les puede.
Estoy harta de ellos. Creen que no duele cuando se alejan en el horizonte en sus corceles, creen que podemos sobrevivir a sus abandonos sin más.

                              -En un mundo donde el amor no tiene peso,
                               los príncipes aparecen sólo en sueños.
                               El amor ha perdido sentido,
                               o quizás sea que hemos perdido el camino. 

Dejemos de soñar y bajemos al mundo real. Aquí el amor no es fácil, las cosas siempre son difíciles. Tal vez los príncipes no sean en sus inicios sapos, ni vengan a buscarnos después de abandonarnos. Aún así siguen siendo príncipes, a sus maneras. Con rosas rojas, halagos, bombones y palabras dulces. 

El amor se transforma, como todo, y hoy ya los príncipes no montan a caballo pero siguen creando un arrollador revoloteo de mariposas en nuestros corazones. ♥