Reflejo, capítulo uno: el extraño

A partir de hoy cada miércoles subiré un capítulo de la nueva novela (por llamarlo de alguna forma) del blog :) Se llama Reflejo y tendrá pocos capítulos. Espero que os guste y me dejéis vuestra opinión en comentarios ^^
Capítulo uno: el extraño.
Mi mundo se limitaba a múltiples cuevas conectadas con una aldea en su interior. Nuestra reina, Lady Dolor, decía desde hacía centenares que la luz se había extinguido. Vivíamos a base de cultivos artificiales y de la nueva vida que habíamos labrado en las cuevas.

-Michel, ven a ver esto, corre. –La voz de mi amiga Lilia resonó en mi pequeño hogar.

Me levanté de mi cama y me adentré en uno de los corredores.

Mi boca estuvo a punto de tocar el suelo cuando vi a un chaval de unos diecisiete años en mitad de la sala de actos mirándome. ¿Quién era ese? ¿Por qué su piel tornaba un color caramelo? Todos nosotros teníamos el pelo, la piel y los ojos claros, habíamos evolucionado adaptándonos a nuestro entorno de vida, la oscuridad que acechaba nuestro hogar.

-Hola a todos. Mi nombre es Hemán.

-Tú –pronunció el lacayo de La Lady mirándome- acompáñale a la salida.

Hemán me miró y sentí una fuerte conexión entre su mirada y la mía. ¿Por qué le dejaban marchar? Nadie nunca se había atrevido a salir de las cuevas y a volver con vida, solo había oscuridad y monstruos, muchos monstruos.

Pero no podía negarme a acompañarle, era mi deber, le había jurado lealtad a La Lady, como todos.

Eché a andar por uno de los corredores y el extraño chico me siguió. 

-¿Puedes ayudarme a salir de aquí? –Me sonrió y se colocó a mi lado.

-¿Salir? ¿Estás loco? Fuera solo te espera una muerte segura.

-Michel, -¿cómo sabía mi nombre?- fuera el mundo sigue siendo el de siempre. Ningún país quiere ayudaros, esto era la antigua España, quedó reducida a escombros y cuevas escondidas bajo una cúpula. Me propuse llegar aquí para encontrar a alguien lo suficientemente capacitado para entender esto.

-Definitivamente estás loco... Y además suponiendo que eso sea cierto ¿por qué me lo cuentas a mí?

-Porque me pareces una persona con dos dedos de frente...

-¿Si te ayudo a salir me dejarás en paz y seguirás con tu vida de ensueño?
-Sí... –Hemán no parecía muy convencido. Había algo en él que me atraía. Su pelo era castaño oscuro, por las orejas y despeinado. Sus ojos verdes y tenía una sonrisa brillante... Lo que más llamaba la atención era el color tostado de su piel. Tal vez esa era una prueba de que lo que me acababa de contar era cierto.

-Está bien. Sígueme. –Avancé menos de cien metros y lo empujé hacia delante-. Ahí tienes tu maravillosa salida.

-Vamos.

-¿Vamos? No, no vamos. Vas. –Le dije enfurecida ¿no decía que me iba a dejar en paz?

-Michel por favor acompáñame...

-No te conozco de nada, entras en mi vida con una absurda historia y en una hora pretendes que salga a una misión suicida.

-Vale... Ayúdame a abrir la puerta. Solo no puedo.

Me acerqué a él y juntos empujamos la puerta. Esta se abrió y un olor extraño invadió mi olfato. 

Y sin darme cuenta me vi cayendo por con la mano de Hemán agarrándome por el hombro. No podía ser cierto... Me había empujado con él hacia su misión suicida...